Impugnar un testamento es posible para los herederos que vean vulnerados sus derechos.
En LEAN Abogados recibimos con cierta frecuencia dudas sobre cómo y cuándo es posible impugnar un testamento. Tras el fallecimiento de un familiar, los herederos pueden encontrarse sorpresas al verse desfavorecidos por las disposiciones recogidas en el testamento. Ante esta situación, impugnarlo solicitando su nulidad es la vía para corregir las posibles deficiencias que presenta, pero mucha atención porque sólo si se tienen bases sólidas será posible conseguirlo.
No podemos impugnar un testamento sólo por pensar que la distribución de los bienes del fallecido debería haberse hecho de forma distinta, o porque sus disposiciones no nos parecen correctas. Para poder hacerlo, deben darse unas razones legales, fuera de las cuales no es posible cambiar la última voluntad del fallecido.
Detallamos en qué casos es posible impugnar un testamento:
- En los casos en los que las disposiciones testamentarias no respeten las cuotas de legítima a las que el heredero tiene derecho. Como sabemos, el testamento se divide en tres tercios; legítima, mejora y libre disposición. Ante esta situación, impugnar un testamento sería posible en los casos en los que el testamento perjudique a algún heredero forzoso en caso de no respetar el derecho a la legítima.
- En los casos en los que hubiere defecto de forma en la redacción del testamento. Aquí se incluirían haber redactado el testamento sin tener capacidad suficiente para ello, habiendo sido coaccionado por terceros, o en caso del testamento de puño y letra del testador, no cumplir con sus requisitos formales como el fechado, la firma de su puño y letra, o no haberlo hecho con dos testigos.
- En los casos en los que exista un heredero sea desheredado sin causa justa, al no existir prueba alguna de ella.
Dado que existen una serie de presunciones judiciales que favorecen la validez del testamento, proceder a su impugnación es recomendable en caso de contar con pruebas contundentes que apunten hacia una o varias casusas de nulidad. Cabe añadir que sólo pueden impugnar un testamento los herederos legales y los herederos favorecidos en un testamento anterior, y que existe un plazo de quince años desde el fallecimiento del testador o desde el momento en que el heredero recibió la copia autorizada del testamento que impugna para llevar a cabo este proceso. La impugnación de un testamento llevada a las últimas consecuencias puede traducirse en una sentencia que determine que éste es válido, que es nulo en su totalidad, o que lo es sólo una parte del mismo.
En LEAN Abogados somos especialistas en derecho hereditario y le ofrecemos la atención y el asesoramiento personalizado que se adapta a su caso, evitando desagradables problemas en el futuro. Contacte con nuestro equipo de abogados llamando sin compromiso al teléfono gratuito 900 102 722.

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