La entidad ofrece un dividendo de 0,05 euros por título o una acción nueva por cada 103 antiguas

El Santander pondrá en circulación casi 139 millones de nuevas acciones

La actualidad del Santander pasa estas semanas por su ampliación de capital y el pago de dividendo a los accionistas. Y todo ello mientras sigue olvidando a los afectados por la venta de sus Valores, que continúan viéndose perjudicados por una comercialización irregular y un posterior canje forzoso que, a fecha de hoy, sigue mermando una parte importante de sus inversiones.

La entidad ofrece a sus accionistas recibir el dividendo en efectivo o en forma de nuevas acciones (un dividendo de 0,05 euros por título, o una acción nueva por cada 103 antiguas) según ha hecho saber a la CNMV. Un pago que se materializará el próximo 6 de noviembre. Con esta operación, el Santander pondrá en circulación un máximo de 138,99 millones de acciones de medio euro de nominal, ante lo que aumentará su capital social un máximo del 0,97%. Las nuevas acciones que emita el banco para abonar el dividendo empezarían a cotizar en bolsa el 13 de noviembre.

El Santander apuesta por la fórmula del “scrip dividend”, permitiendo recibir dividendo en efectivo o en acciones. Y la operación puede resultar engañosa, porque como un porcentaje del canje se realiza en acciones, el banco reduce sus salidas reales de caja y a la vez amplía encubiertamente su capital, lo que provoca que cada vez haya más acciones en circulación, viéndose diluidos los futuros beneficios de los accionistas.

Las promesas de Ana Botín pasan por generar capital de forma consistente elevando así el dividendo del Santander tres años seguidos, y para ello confía en que el beneficio por acción crecerá y lo hará a un ritmo superior al 10% en 2018.

Los pagos de dividendo del Santander y las previsiones de futuro de la entidad contrastan con la situación de los afectados por la venta de Valores Santander, a quienes se colocaron productos inadecuados con una total ausencia de información. Así las cosas, quienes se vieron obligados a canjear forzosamente sus Valores por acciones de la entidad siguen enfrentándose hoy a una delicada situación por asumir una importante pérdida de su inversión en caso de deshacerse de sus acciones.

Para ellos no hay promesas, ni declaración de intenciones… ni siquiera palabras por parte de la presidencia de la entidad, que sigue amparada en la legalidad de la operación, mientras las sentencias judiciales apuntan lo contrario. La venta de Valores del Santander fue una operación redonda para la entidad y nefasta para los clientes, que se vieron obligados a canjear este producto por acciones cinco años después de su colocación, con unas aciagas condiciones.

Si el valor de la cotización del Santander se situaba en el momento del canje forzoso a menos de 6 euros por acción, el precio definitivo de canje se fijó en 12,96, con lo que la abultada pérdida que estaba obligado a asumir el cliente era más que evidente. Tanto o más que la falta de transparencia y los perfiles inadecuados a quienes se colocó el producto.

Esas eran las condiciones impuestas por la entidad y así es cómo se fraguó la estafa del Santander con sus Valores. Desde entonces, sigue guardando silencio en torno a los afectados, a quiénes no parece dispuesto a ofrecer ninguna solución, más allá de esperar a que el valor de la acción se recupere hasta alcanzar el precio al que se vieron obligados a realizar el canje.

Como afectado por Valores Santander, demandar a la entidad por su mala praxis es el camino para recuperar todo su dinero en este producto. Los juzgados condenan en sus sentencias al Santander por su mala praxis en la comercialización de los Valores y en LEAN Abogados encontrará al aliado perfecto para conseguirlo.

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